El Sindicato Médico de Castilla-La Mancha-CESM y CSI·F
criticaron ayer un escaso refuerzo del personal sanitario en Manzanares que ha
complicado la existencia a unos profesionales a los que agradecen su actitud
ante una epidemia de legionela que ha afectado a 237 personas con un balance de
cuatro fallecidos. Un «sobreesfuerzo», en palabras del CESM, que se ha
realizado «sin apoyo» tanto en las consultas como en los servicios de urgencias
hospitalarios y centros de salud, «especialmente durante los días de mayor
incidencia del brote». Por ello, su presidente, el alcazareño José Luis Grau,
pidió un reconocimiento para ellos al
afrontar «una sobrecarga asistencial muy por encima de la dotación de recursos
humanos de la comarca».
«Hemos remitido al consejero de Sanidad, Jesús Fernández; a
la gerente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), Regina Leal;
al gerente del Área Integrada de Manzanares, Pablo Aguado, y al alcalde de la
localidad ciudadrealeña, Julián Nieva, una carta para que reconozcan las
jornadas maratonianas realizas ante la falta de sustitutos sin pensar en sus
vacaciones», precisó Grau avanzado la respuesta del regidor de la localidad.
«En el próximo Pleno hará una mención de agradecimiento», según apostilló.
No obstante, la situación generada por el brote justifica,
según el CESM, la «urgente necesidad» de adecuar las plantillas a las
necesidades asistenciales, algo que ya han solicitado en «reiteradas
ocasiones». «El personal ha respondido de una manera excepcional», recordó dejando
claro que «la gestión de esta epidemia por parte de Sanidad ha sido inmediata y
correcta tras conocerse los primeros casos».
Para el presidente provincial de CSI·F, Rafael Céspedes, «ha
faltado diligencia y transparencia» a la hora de encarar la epidemia de
legionela, una enfermedad bacteriana de origen ambiental, parecida a una
neumonía, que afecta de dos a tres veces más a hombres que a mujeres y es rara
en niños. En este sentido, según aseguró, «los trabajadores, sobre todos los
del Hospital Virgen de Altagracia, no han contado con apoyo ante la masiva
llegada de afectados y pacientes con síntomas sospechosos de legionela». De
igual modo, reprochó al Sescam la ausencia de una campaña informativa que, a su
juicio, «hubiera frenado la psicosis entre la población». «No se ha dicho
lo que hay que hacer ante este tipo de situaciones a fin de evitar que
más ciudadanos puedan enfermar», lamentó. «No pueden salir anunciando que el
brote está controlado cuando todavía no se conoce el origen del foco, no se
sabe si venía de la fuente próxima a la estación de autobuses o de la torre de
refrigeración de una empresa del polígono industrial», según remarcó.
Por su parte, el secretario general de Satse Castilla-La Mancha,
Alejandro Laguna, defendió también el esfuerzo de unos profesionales que, con
sus cuidados, «han paliado las consecuencias de este brote de legionela».
Asimismo, consideró que «se han seguido los protocolos por parte de la
administración, algo muy diferente a lo que sucedió con la gestión del ébola» y
subrayó que «la merma de las plantillas es una realidad que, ante episodios
como éste, se deja notar». «Habría que doblarlas en esta región para igualarnos
a las ratios de la UE», concluyó.
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