La
primera fase de intervención de la Casa Josito asegurará el mantenimiento y la
conservación de la fachada de este edificio emblemático del entorno de la
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Manzanares y además incluirá la
reconstrucción de su minarete, demolido este lunes como “única” alternativa
para garantizar la seguridad de los trabajadores de la obra y del gran número
de personas que pasan por este céntrico lugar a lo largo del día. La concejala
de Urbanismo y primera teniente de alcalde, Isabel Díaz-Benito, explicó a Lanza
que “la intervención en la Casa de Josito ha sido de urgencia, pues estaba a
punto de caerse”; al igual que su minarete, que según los informes de los
técnicos encargados del proyecto y bajo la supervisión de la Comisión de
Patrimonio de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes regional, “no
había forma de sostener”.
Vulnerable
ante las inclemencias meteorológicas tras la retirada de la cubierta hace
varios años, esta construcción del siglo XVIII alzada por la nobleza local y
adquirida por el Ayuntamiento en la pasada legislatura, que arrastraba además
años de abandono, llegó a tener en los últimos meses “unas condiciones
lamentables”. Díaz-Benito afirmó que tras realizar una revisión el pasado
verano “los técnicos determinaron que la intervención en el edificio debería
ser inmediata y que había que modificar algunos aspectos fundamentales del
proyecto iniciado en la anterior legislatura para su rehabilitación pues la
situación había empeorado en gran medida”. A pesar de que reconoció que
“exteriormente el edificio hacía pensar que estaba muy entero”, la concejala
aludió a forjados demolidos, vigas principales en el suelo, muchísima suciedad,
montones de palomina, vigas al borde del colapso y a que toda la parte
posterior estaba derruida.
Con un
presupuesto de alrededor de 190.000 euros, la primera fase de la obra empezó en
diciembre dirigida a “estabilizar el edificio” bajo las directrices de una
empresa especializada. “Lo primero fue ‘sopandar’, apoyar las fachadas
exteriores, unas murallas en condiciones pésimas que no tenían estabilidad por
sí mismas”; señaló Díaz-Benito, que indicó que los trabajos que realizan en
estos momentos los operarios están centrados en el vaciado del interior y que
están bastante avanzados. Esta fase además ha incluido “desmontar” el minarete,
pero según afirmó con rotundidad la edil, “en ningún momento por reducir
costes, sino como única opción, porque los informes dicen que no había forma de
sostenerlo ya que estaba sobre una base carcomida de la cubierta que no se
tenía, y Patrimonio lo corrobora para garantizar la seguridad ”.
Así pues,
confirmó que como edificio de interés patrimonial, bajo la supervisión de la
Comisión de Patrimonio “los operarios han recuperado todo lo recuperable del
edificio, todos los elementos artísticos: vigas de madera, barandillas de
acero, columnas y hasta baldosas de los suelos”, con la intención de
restaurarlos si fuera posible y de hacer réplicas. Así pues, incluso la
estructura de madera que aseguraba la cubierta del minarete se ha conservado,
por si fuera posible su utilización, aunque muestra un estado deplorable.
Esta primera fase de obra que durará entre cuatro y seis meses incluirá “reconstruir y rehacer la estructura principal del edificio, los cerramientos y las cubiertas”, incluido el mirador octogonal con ocho ventanales por formar parte de “la piel del edificio”. Desde la incomprensión de las razones que llevaron a no intervenir antes en esta construcción, “porque hace tres años la actuación habría costado la mitad y no habría obligado a desmantelar el minarete”, Isabel Díaz-Benito afirmó que el Gobierno local baraja la posibilidad de introducir en los presupuestos para 2016 una partida que permita continuar con la segunda fase de intervención para el acondicionamiento y acabado del edificio sin pasar por alto el endeudamiento del Ayuntamiento. De hecho, la edil concluyó que “la Casa Josito forma parte de nuestro patrimonio y tenemos la obligación de defenderlo”.
Esta primera fase de obra que durará entre cuatro y seis meses incluirá “reconstruir y rehacer la estructura principal del edificio, los cerramientos y las cubiertas”, incluido el mirador octogonal con ocho ventanales por formar parte de “la piel del edificio”. Desde la incomprensión de las razones que llevaron a no intervenir antes en esta construcción, “porque hace tres años la actuación habría costado la mitad y no habría obligado a desmantelar el minarete”, Isabel Díaz-Benito afirmó que el Gobierno local baraja la posibilidad de introducir en los presupuestos para 2016 una partida que permita continuar con la segunda fase de intervención para el acondicionamiento y acabado del edificio sin pasar por alto el endeudamiento del Ayuntamiento. De hecho, la edil concluyó que “la Casa Josito forma parte de nuestro patrimonio y tenemos la obligación de defenderlo”.
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