Las medidas adoptadas y las
exigencias planteadas a las empresas y cooperativas han dado sus frutos. La
vendimia 2015 finalizó en Manzanares sin que se produjeran vertidos de aguas
contaminadas al cauce del río Azuer, tal y como avanzó a finales de diciembre
el presidente del Patronato del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel,
Sebastián García, y confirmó esta semana a La Tribuna la portavoz del equipo de
Gobierno del Ayuntamiento, Beatriz Labián, que mostró su «satisfacción» por
este hecho.
Después de recibir un segundo expediente sancionador del
Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) por no haber
tomado las medidas necesarias para el control de los vertidos en el Azuer
durante la campaña 2014, una multa que asciende a 205.000 euros, el
Ayuntamiento manzanareño tomó cartas en el asunto para evitar una tercera
sanción y puso a trabajar a la empresa especializada en el control de vertidos
que ya tenía contratada el Consistorio y que hasta entonces no había actuado. Paralelamente,
el equipo de Gobierno contactó con las empresas implicadas pidiendo el máximo
esfuerzo posible en la depuración y control de sus vertidos y, asimismo,
dialogó con el Ayuntamiento de Membrilla para resolver esta situación de la
mejor forma posible.
Entre las
medidas adoptadas, explicó Labián, se instó a las empresas a que revisaran sus
autorizaciones de vertidos y las adaptaran a sus niveles de producción actuales
para cumplir con los requerimientos medioambientales. También se instalaron
caudalímetros para la toma de muestras por parte de la empresa especializada para hacer analíticas.
Beatriz Labián destacó el trabajo de
«concienciación» y agradeció la «implicación» de las empresas. Hizo hincapié en
que no se trata de medidas puntuales, sino que «se han puesto las bases para
que no se vuelvan a repetir los episodios de las vendimias 2013 y 2014» y
evitar así nuevas sanciones económicas.Nuevo reglamento.
En este sentido la portavoz del equipo de Gobierno socialista avanzó que el Ejecutivo está ultimando los detalles de un nuevo reglamento en materia de vertidos, que pretenden llevar a Pleno para su aprobación este mes o, como muy tarde, en la sesión ordinaria correspondiente a febrero. Un documento del que avanzó que tendrá "un régimen sancionador más duro" y que será "más justo con el medio ambiente y con los ciudadanos de Manzanares".
En este sentido la portavoz del equipo de Gobierno socialista avanzó que el Ejecutivo está ultimando los detalles de un nuevo reglamento en materia de vertidos, que pretenden llevar a Pleno para su aprobación este mes o, como muy tarde, en la sesión ordinaria correspondiente a febrero. Un documento del que avanzó que tendrá "un régimen sancionador más duro" y que será "más justo con el medio ambiente y con los ciudadanos de Manzanares".
Por su parte, el alcalde
de la localidad, Julián Nieva afirmó hace unas semanas que en el fondo de todo
este asunto está «el error del anterior equipo de Gobierno» de plantear la
adjudicación de la EDAR con un contrato de gestión de 13 años y con el
consiguiente conflicto generado por el «disparate excepcional y único» que
supone que, con una mesa de contratación conjunta, el Ayuntamiento de
Manzanares propusiera la adjudicación a una empresa y el de la vecina localidad
de Membrilla a otra, situación que ha acabado en los juzgados y con la prórroga
del contrato a la concesionaria, sin poder por ello realizar las inversiones de
mejora ofrecidas en la licitación.
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