La
crisis económica en España, que nos afecta en todos los niveles de convivencia
y por lo mismo en los pueblos no nos escapamos,
se ha visto agravada por una crisis
política generada, entre otras causas, por el anquilosamiento institucional
derivado del bipartidismo. Las medidas de regeneración democrática son una
necesidad imperativa no sólo para recuperar la confianza de los ciudadanos en
sus representantes y sus instituciones sino también para mejorar el funcionamiento
de éstas.
En
UPyD Manzanares entendemos que la enorme
discrecionalidad de la que gozan los alcaldes, en general, so solo en
nuestro pueblo, a la hora de tomar decisiones puede incidir directamente en la corrupción y en la politización del
sistema. Si queremos que los ayuntamientos estén mejor gobernados, es más
acuciante profesionalizar la gestión municipal eliminando la posibilidad de que
un político tome decisiones técnicas, antes que cambiar la forma de elegirlo.
¿Qué significa esto? Que no puede ser que el gobierno local tenga la facultad
de nombrar a multitud de cargos y asesores y a la vez poder crear sociedades,
agencias y fundaciones pudiendo, de nuevo, nombrar a más cargos y asesores.
Quien sabe que su puesto de trabajo depende de la opinión de una persona y de
un plazo de tiempo limitado es más proclive a aceptar/solicitar prebendas,
aplicar tratos de favor o en definitiva, tener un comportamiento alejado de las
expectativas de los ciudadanos. Esto se agrava si, como en nuestro caso, toda
la cadena de decisión local está en manos de personas que comparten un objetivo
común: ganar las elecciones. De esta manera, politizar el ámbito local es una
puerta abierta a la corrupción.
La
regeneración democrática en el ámbito local es clave para avanzar en la lucha
contra la corrupción y la mejora de la calidad democrática en nuestro país. Por
eso resulta acuciante la búsqueda de
consenso entre todos los partidos políticos. La improvisación imperante y
el interés partidista distan de ser buenas compañías en una iniciativa tan
relevante para el conjunto de los ciudadanos.
La
propuesta de UPyD pasa por la elección directa del alcalde por los ciudadanos
en dos vueltas en caso de que ninguno haya obtenido el respaldo por una mayoría
absoluta de los votos en la primera votación. En la segunda vuelta se elegiría
entre los dos candidatos más votados.
Por
un lado, la elección directa del alcalde reforzaría su legitimidad respondiendo
a la voluntad mayoritaria de los electores y obligaría a que los pactos y acuerdos
entre partidos para lograr su elección fueran explícitos y transparentes.
Por
otro lado, la elección a doble vuelta implica que si ningún candidato obtiene
mayoría absoluta a la primera, pasan a la segunda vuelta los dos candidatos más
votados. En definitiva, este sistema propiciaría una mayor transparencia de los
pactos de gobierno y fomentaría la participación e implicación de los vecinos
en los asuntos públicos. Asimismo, se utilizaría un sistema de asignación de
concejales debe garantizar un adecuado balance entre gobernabilidad y fomento
de la pluralidad.
Para
UPyD, habría que aprovechar la ocasión para reformar la Ley 7/1985, Reguladora
de las Bases del Régimen Local (LBRL) y la Ley Orgánica 5/1985 del Régimen
Electoral General (LOREG) y así poner en marcha, entre otras cosas:
- Listas electorales desbloqueadas
con voto preferencial, de modo que el votante pueda alterar en su papeleta
el orden de los candidatos propuestos por los partidos políticos o las
agrupaciones electorales;
- Limitar el mandato de los alcaldes
a dos legislaturas;
- Modificar el régimen de
incompatibilidades para que los alcaldes no puedan ser al mismo tiempo
diputado nacional ni autonómico;
- Redistribuir las competencias
municipales entre el alcalde y el Pleno de la Corporación, de modo que la
función ejecutiva corresponda al alcalde y las funciones normativas,
presupuestarias y de control, al Pleno municipal;
- Reducir el margen de
discrecionalidad en las funciones del alcalde por ejemplo en cuestiones de
nombramientos;
- Suprimir la moción de censura y la cuestión de confianza, carentes de sentido en un sistema de elección directa del alcalde. Quedaría prevista la remoción del alcalde por causas graves previamente tasadas, apreciables por el Pleno de la Corporación con una mayoría cualificada.
Manzanares, 24 de junio
de 2015
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