jueves, 14 de enero de 2016

La Consejería de Sanidad defiende que el brote de legionella no ha sido una crisis del sistema sanitario

El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández, compareció ante los diputados regionales para informar de manera muy extensa acerca del brote de legionela que sufrió la población ciudadrealeña de Manzanares en el último mes. El responsable de la cartera explicó cada uno de los protocolos que siguió tanto su equipo como el del servicio regional de salud, junto a la Dirección General, liderada por Manuel Tordera. Fernández explicó que los médicos están obligados a declarar de forma periódica los casos de legionelosis y ha reforzado que los profesionales han “cumplido con su tarea”.
El recorrido seguido por el consejero se inicia en el 11 de diciembre, cuando se detectan los primeros cuatro afectados por el brote en pocas horas. “Esta primera respuesta explica por qué se actuó de forma tan inmediata y afectiva”, aseguró Jesús Fernández, quien también explicó que los posibles focos fueron cerrados y se tomaron muestras en todas las posibles instalaciones de riesgo ubicadas en Manzanares, priorizando las del polígono de la localidad. Mientras tanto, los profesionales sanitarios descartaban a todos quienes ingresaban en urgencias.
“Cuanto antes actuáramos, menor incidencia tenía el brote sobre la población”. La consejería de Sanidad instauró también una comisión permanente de seguimiento del brote, informó el responsable, que se encargó de, entre otras tareas, seguir la situación, coordinar el envío de muestras, controlar el funcionamiento, y la coordinación con instituciones a nivel nacional. También se lanzó una comisión técnica, en la que participaron profesionales involucrados en el tratamiento del brote.
Fernández explicó que ni él ni Emiliano García-Page comparecieron en repetidas ocasiones, ya que pretendían mantenerse en un segundo plano, con un objetivo: “dejar trabajar a los profesionales”. “Hemos estado pendientes y apoyando y no entorpeciendo el trabajo”, aseguró el responsable de Sanidad quien ha asegurado que tampoco han querido permitir una situación de alarma, y por eso se ha mantenido información diaria a los medios de comunicación, con el número de afectados y el de ingresados.
En sus conclusiones, Jesús Fernández ha dado las condolencias a las familias de los cuatro fallecidos pero también ha aclarado que la consejería “mira al futuro” reflexionando sobre la mejora continua para afrontar estos desafíos de la salud pública. “Debemos incidir en una mayor responsabilidad y capacidad de autocontrol, mantenimiento y revisiones de las instalaciones de riesgo”, aseguró el consejero. El responsable también calificó la actuación del Servicio de Salud regional como “positiva, por no decir excelente” y ha señalado que los profesionales se merecen “todo nuestro respeto”.
Fernández se ha defendido también de las acusaciones que han pedido su dimisión, del Partido Popular, a lo largo del brote de legionela. “No ha sido una crisis del sistema sanitario. La respuesta ha sido ejemplar y eficaz. Algunos hubieran deseado crisis, afortunadamente no ha sido así”, aseguró el consejero de Sanidad. “Cuando se piden dimisiones en estas situaciones, se intenta entorpecer el fortalecimiento del Servicio de Salud, que nos dejaron bajo mínimos”, aseguró el responsable sanitario, quien también advirtió de que factores como la “incertidumbre, la confusión o la sensación de urgencia crean angustia”.
Desde Podemos, José García Molina pidió enérgicamente que no se hiciese “batalla política ni con la enfermedad, el sufrimiento o el fallecimiento de las personas”, al tratarse de temas “demasiado delicados y serios”. El diputado señaló que hay que estar “abierto” a escuchar los consejos y destacó que siempre que se pidió información desde su grupo, la recibieron, por lo que respetaron los procesos y procedimientos. “Esperamos un informe exhaustivo, detallado y público”, anunció.
Por su parte, la socialista Ana Isabel Abengonzar aseguró que la realidad es que “no ha faltado comunicación ni coordinación”, mientras que el responsable de Sanidad del grupo ‘popular’ pidió la dimisión de Jesús Fernández, mientras daba un “suspenso” a Emiliano García-Page. “Eso es lo más grave, que el máximo responsable de Castilla-La Mancha no haya merecido ni un solo minuto”, señaló Carlos Velázquez quien definió el brote como la “crisis sanitaria más grave que nunca ha tenido la región”.




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