Otro partido para olvidar el que disputaba el Manzanares frente al Jareño,
al término de los noventa minutos el marcador señalaba un empate a cero goles
que no soluciono nada ni a corto y como tampoco a medio plazo. El Manzanares volvió
a jugar mal, con dudas en todas sus líneas, el equipo parece haber perdido el
sentido común, es evidente que no se puede negar la entrega pero esa entrega no
tuvo relación con el acierto. El esfuerzo físico de la plantilla, era el doble
de lo exigible, dudas y más dudas les hacían a veces correr más de lo
necesario.
Toma y daca claro fueron los primeros cuarenta y cinco minutos, por un lado
un equipo que lo intentaba y no le salía nada y este era el Manzanares,
enfrente un Jareño que con solo aprovechar las muchas dudas de su rival creaba muchísimo
peligro ante la portería de Monreal. Becerra con lo que tenía busco un equipo
competitivo dentro de lo exigible, experimentos a doquier con futbolistas fuera
de su demarcación habitual, está claro que el Manzanares está afrontando este último
tramo de temporada con apenas dieciséis futbolistas disponibles y esto sí que
complica a cualquier entrenador montar un once de garantías.
¿Qué le pasa al Manzanares?, una pregunta clara con respuesta complicada,
es evidente que la plantilla no está dando lo que de ellos se esperaba en un
principio. El equipo tiene dudas en defensa, se cometen errores difíciles de
entender, hay futbolistas que se empeñan en hacer cosas que no se deben ni se
pueden hacer en esta categoría. En medio campo, se intenta pero no sale nada o
casi nada, jugadores bien dotados técnicamente tienen un rendimiento un domingo
y ese rendimiento baja de una jornada a otra de forma inexplicable, cualquiera
de estos futbolistas en el momento que no les sale nada en las primeras
acciones se vienen abajo y andan como alma en pena en el campo. En punta no se
crean ocasiones, porque es evidente que los balones no llegan en demasiadas
buenas condiciones, pero cuando se crean algunas se desperdician de una forma
inexplicable.
El Jareño se aprovechó de los muchos errores locales, para hacer cosas
interesantes, solo se limitó a estar ordenadito en defensa y después a
aprovechar las muchas pérdidas de balón del Manzanares en medio campo. El
equipo de Villanueva de la Jara, solo siendo listo y jugando a lo que saben
hacer, pudo irse al descanso habiendo algún susto que otro a la parroquia
manzanareña. La afición aguantó estoicamente estos primeros cuarenta y cinco
minutos, en donde en honor a la verdad a la afición si hay que darle un diez,
la afición está muy por encima del rendimiento individual y colectivo de un
equipo que parece haber perdido el norte.
Poco cambio el panorama pero encima se desperdiciaron ocasiones
La segunda mitad poco cambio el panorama respecto a los primeros cuarenta y
cinco minutos, pero para más inri los locales desperdiciaron ocasiones, el
partido no era un espejo de virtudes pero al menos los equipos se entregaban y
lo daban todo. El Jareño viendo que le iba bien el partido, se limitó a seguir
esperando los errores locales y en uno de ellos matar el partido. El Manzanares
poco a poco se iba diluyendo y a veces los locales buscaban en el pelotazo
largo que siempre eran balones para el contrario.
El Manzanares en este segundo periodo, sufrió muchísimo mentalmente en el
campo, era un poema ver la cara de algunos jugadores locales que estaban como
alma en pena por el campo. El equipo de Becerra siguió cometiendo errores, que
no tienen explicación pero que se cometen, balones que se quieren jugar en
defensa de forma inexplicable y perdidas a la hora de sacar el balón que a
veces no se tienen ni en categoría juvenil. Poco o nada puede hacer un
entrenador cuando sus jugadores cometen errores que ni en el mas terrorífico
guion de una película superterrorifica se puede imaginar uno.
La línea de medio campo en este segundo periodo, seguía perdida en la
inmensidad del océano, no ganaba un balón de cabeza, perdida de balones ilógicas
y falta de intensidad y tensión, era poco edificante ver como los futbolistas
no eran capaces a hablarse en el campo para corregir posiciones. Ante estas
perspectivas, difícil o complicado era crear ocasiones de peligro, pero lo más
raro de todo es que los manzanareños crearon en contras hasta cuatro ocasiones
de gol que no materializaron.
El Manzanares tiene que competir así
hasta final de temporada, faltan un par de victorias para vivir tranquilos, son
los jugadores los que tienen que demostrar que ellos y solo ellos pueden
cambiar esta dinámica. Se podría individualizar pero mejor no hacerlo, el
futbol es un deporte colectivo y es el colectivo el que tiene que cambiar la dinámica
del equipo, es más que evidente que los jugadores tienen que demostrar que son válidos
para jugar y competir en preferente. ¿Serán capaces a hacerlo de aquí a final
de temporada?
No hay comentarios:
Publicar un comentario