sábado, 14 de enero de 2017

Siembra reconocerá al Hospital de Día y a Eugenio García-Pozuelo

La revista parroquial Siembra nombrará ‘Sembradores 2016’ al Hospital de Día Virgen de Altagracia de Manzanares y al que fue durante casi treinta años hermano mayor de Nuestro Padre Jesús del Perdón, Eugenio García-Pozuelo Manzaneque. La entrega de premios será el próximo sábado 28 de enero, a las 20.30, en la Casa de Cultura de Manzanares durante la Gala de Sembradores, e incluirá la entrega del premio literario de microrrelato que concede cada año la revista y la actuación del coro de voces blancas Mansil Nahar, también de la localidad.

El redactor de la revista Siembra y diputado de cultos de la Hermandad de Jesús del Perdón, Francisco González-Nicolás, expresó que el reconocimiento de la atención a los enfermos que prestan los profesionales sanitarios del hospital de día de Manzanares llega “en el momento propicio”. González-Nicolás destacó el “trato especial con los enfermos y la exquisita atención que desde hace años reciben los pacientes que acuden a servicios como el de oncología”, de manera que el premio a los profesionales sanitarios era obligado en esta gala que cumple más de treinta años.


Asimismo, el manzanareño Eugenio García-Pozuelo es a juicio de Siembra uno de los vecinos que más han aportado a la ciudad en ámbitos como el religioso, pero que hasta ahora no había tenido su merecido reconocimiento. “Eugenio García-Pozuelo es una persona que se confunde con el paisaje”, expresó el redactor de Siembra, que hizo referencia a su labor como tesorero de la Peña Taurina Sánchez-Mejías, a su paso como concejal del Ayuntamiento en los años ochenta y sobre todo a su trabajo como hermano mayor de Jesús del Perdón durante veintiocho años. A juicio del redactor de Siembra, Eugenio es una de esas personas que “se ha entregado a todo” a lo largo de sus cerca de 90 años de vida: fue herrero, oficinista, le gustó la pintura y los toros, y profesionalmente se dedicó sobre todo a vender zapatos, en Calzados García, en la calle Virgen de la Paz. Sin duda, la labor realizada en la ermita de Jesús del Perdón es lo que quedará para la posteridad, que quedó destruida durante la guerra y que hubo que reconstruir en su totalidad, con imágenes, un besapiés o un nuevo retablo.


Lanzadigital


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